A pesar del empeño mostrado por unos y otros para desanimar a la gente y que no acudiera a las urnas puedo decir sin ningún tipo de rubor que formo parte de esa gran minoría que ayer ejerció su derecho al voto (ya que ese y el derecho al pataleo son los únicos derechos que de momento todavía no se han atrevido a arrebatarnos, aunque es cuestión de tiempo que también intenten meterle mano). Eso sí, debo reconocer que lo hice sin ninguna esperanza de que mi voto sirviera de algo, sobre todo teniendo en cuenta que los que tienen que aceptar el resultado del juego son los mismos que pueden cambiar las reglas del juego para asegurarse la victoria como llevan haciendo más de 30 años. Y así fue: otra vez ganaron los mismos, sin embargo esta vez la victoria no fue tan dulce como se esperaban, lo que no les ha impedido sacar pecho ni tampoco ha servido para que empezaran a hacer autocrítica. De hecho sospecho que ni siquiera saben lo que significa esa palabra ya que supongo que eso no lo enseñan en la escuela privada a la que son tan aficionados. Y ya que la mayoría no saben ni leer su propia letra dudo mucho que sepan leer el significado en el diccionario.
Ellos que saquen sus conclusiones que yo ya he sacado las mías y aunque es pronto para asegurarlo parece ser que algo empieza a cambiar en esta sociedad. De momento parece que la España cañí, esa España en blanco y negro a la que algunos parecen empeñados en volver a llevarnos a base de repetir una y otra vez eso de que con Franco se vivía mejor, ya se ha dado cuenta de que sí, que puede que con Franco se viviera mejor siempre y cuando agachases la cabeza y te limitases a seguir el olor del culo del que iba delante de ti con el único consuelo de que el que iba detrás tuyo tendría que oler tu propio culo.
Pero como digo parece que eso ha cambiado y en parte gracias a mi voto ya que a pesar de que el destinatario de mi voto solo ha conseguido un escaño es un escaño menos al que estos buitres disfrazados de gaviotas pueden hincarle el pico. Eso sí todavía pueden seguir aprovechando el aeropuerto de Castellón para desplegar sus alas mientras que los otros parecen darse cuenta de que la rosa que aferraban con tanto ansia no es mas que un cactus repleto de espinas, lástima que seamos nosotros los que nos pinchemos. Aun así el camino ha empezado a recorrerse, ahora solo falta esperar que el año que viene la meta esté un poco más cerca y alcancemos esa ducha que nos permita quitarnos el olor a culo que llevamos soportando tantos años.
Hacia tiempo que no leía tanta tontería concentrada en tan poco espacio. Mejor dedicate a escribir mierdas sensibleras y dejate de discursos perroflautas
ResponderEliminarGracias por tu "valiente recomendación" amparada en el más estricto anonimato pero en mi celda escribo lo que quiero.Y por ello ni te obligo a leerlo ni pretendo darte lecciones de moral, eso lo dejo para otros que ni siquiera saben leer su propia letra.
EliminarUn cordial saludo perroflautico xD