Llevo mucho tiempo dándole vueltas en mi perturbada cabeza a esta entrada. De hecho ayer tenía escrito un borrador que no me atreví a publicar. Lo sigo teniendo, y puede que algún día lo publique pero ayer no era el día y hoy... tampoco.
Hoy, sin embargo, es el día de escribir esta entrada porque no quiero dejar pasar un día más sin darte las gracias por ser como eres: una gran mujer, mejor persona y toda una luchadora.
Hoy quiero darte las gracias por estar a mi lado cuando más te necesitaba, por coger mi mano cuando la alzaba al aire en busca de ayuda y no soltarla en ningún momento a pesar de mis manotazos sin sentido y sin razón aparente. Gracias por tu sonrisa, por tus abrazos, por tus palabras de aliento y por saber escucharme, por soportar mis locuras y también mis corduras.
Pero hoy también quiero pedirte perdón. Perdón por no haber sabido estar a la altura en muchas ocasiones; perdón por haber derramado tus lágrimas y hacerte pasar malos momentos sin ningún motivo; perdón por pagar tu cariño con celos y rabia contenida. Y perdón por escribir esta entrada sabiendo que no te gusta que escriba este tipo de entradas, pero hoy necesitaba escribirla para decirte que eres una persona muy especial para mi, que te necesito en mi vida y que para mi es un privilegio tener un huequecito en la tuya.
Bravo señor loco, por fin has cambiado de registro y como siempre preciosa locura.
ResponderEliminarPreciosa locura dedicada a una persona más preciosa todavía (en todos los sentidos)
EliminarLamentablemente a veces también sufro ataques de cordura y eso no es tan precioso.
Un saludo y gracias por tu comentario