Soplan vientos de cambio en el manicomio

Pues sí amig@s como habréis podido comprobar he cambiado de nuevo la decoración de la celda. Y es que a veces, en esta ruleta rusa emocional que es la vida un pequeño cambio a penas sin importancia puede frenar la caída y comenzar de nuevo el ascenso.
Sí, cambiar el aspecto de la celda es una tontería pero me sirve para mantenerme distraído sin necesidad de tener que acudir a los fármacos. Así puedo mantenerme atento, observando la ventana de la celda y escuchando los vientos de cambio que soplan al otro lado de los muros de este manicomio tan mio como vuestro...