Mala cabeza y peores pies

¿Te acuerdas de aquella noche en la que jugamos a ser espías? Sí, fue una gran noche llena de preguntas sin respuesta, yendo de aquí para allá avanzando y retrocediendo, rebuscando en el pasado, compartiendo risas y complicidad.... Sí, eran buenos tiempos, cuando formábamos un gran equipo ¿lo recuerdas? Parece que hayan pasado décadas pero en realidad no hace tanto tiempo. Sin embargo ahora los tiempos no son tan buenos y el equipo lo formo yo solo. Está claro que no sirvo para esto pues tras seis horas investigando sobre el terreno lo único que he podido encontrar ha sido esto.

Y es que quien no tiene cabeza tiene que tener pies; y yo por mi mala cabeza he acabado con los pies destrozados. Pero no te preocupes, que ya no me muevo más. Aquí me siento a no esperar nada ni a desesperar por nadie. A curar las llagas de mis pies y las cicatrices de mi alma. Que le den por culo a las calles del amor, ya no salgo más de esta celda

Y yo, yo, yo, yo yo, yo, yo... te doy las gracias por la cerveza, sí que ha sido una cero cero en toda regla.