martes, 2 de julio de 2013

Muerte de una noche de verano

En unas horas moriré de nuevo. Como buen valenciano arderé en las llamas de mi propio infierno en compañía de mis demonios interiores. Poco a poco me iré consumiendo como el cigarrito de las despedidas hasta quedar convertido en simples cenizas. Y es que cuando los sueños se vuelven pesadillas la única posibilidad es despertar, pero cuando ya estás despierto volver a dormir no es una opción,  a no ser que sea el sueño eterno y transitar por el mundo de las almas en pena. Entonces, solo entonces, puede que vuelva a resurgir de mis cenizas. Así que, como diría Joaquin Sabina, si os pasáis por mi celda y no os atiendo esperadme en la salita de espera hasta que vuelva del baño. ¿A quién le puede importar después de muerto que uno tenga sus vicios? Yo seguiré esperando besos de esos que te los dan y resucitan a un muerto

1 comentario:

  1. Muuuuuuuuuaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!!

    Toma beso!! No sé si de los que resucitan a un muerto, pero algo es algo, no¿? Jejeje.

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