lunes, 15 de abril de 2013

ASOKA

Todavía recuerdo la primera vez que te ví, tan pequeño, tan blanquito... una bola de pelo que cabía en las palmas de mis manos. Abriste los ojos, me miraste y enseguida supe que me habías elegido, quién crea que yo te elegí a ti está muy equivocado. Yo era reacio a tener animales en casa pero tú me cautivaste enseguida. A pesar de ser tan pequeño conseguiste llenar enseguida la casa y sobretodo llenaste nuestras vidas.
¿El nombre? Lo tuve claro enseguida, con lo friki que soy tú estabas destinado a llamarte Asoka, como la pequeña Padawan de Star Wars. Lamentablemente yo no fui un buen Jedi y no supe ver que estabas malo, pero claro tú tampoco me lo pusiste fácil sufriendo sin quejarte...
Ya ha pasado un año desde que te marchaste, gordo, y te sigo echando de menos. Cada mañana, antes de salir de casa, sigo mirando el rincón donde te escondías y te hacías el dormido cuando no te apetecía salir a pasear. Ahora con el buen tiempo estarías tumbado en el balcón, en tu trozo de sol, roncando hasta que diera la sombra y entonces vendrías corriendo a darme cabezazos en los pies para que te bajara a pasear.
Espero que donde estés haya una buena playa para pasear y corretear, con arbustos de esos que tanto te gusta pisotear y revolcarte en ellos. Un camino de arena donde yo pueda caminar descalzo mientras tu me mordisqueas los dedos. 
Gracias por todo Asoka

2 comentarios:

  1. Te seguirá acompañando desde donde esté!!. Bonitas palabras las que le dedicas.

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